Los piercings corporales son una forma popular de expresión personal. Pueden parecer algo atractivo, pero perforarse la lengua, los labios, las mejillas o la úvula (el tejido diminuto que pende en la parte trasera de la garganta) puede interferir en el habla, la masticación o la deglución.
Por supuesto, la mejor opción es pensar en quitarse las joyas de la boca antes de que causen un problema. No se perfore por capricho. El piercing será una responsabilidad añadida a su vida, ya que requiere atención constante y mantenimiento. Hable con su dentista para obtener más información.